Saturday, April 08, 2006

10 pasos para gozar NY en 24 horas

1. Arriesgarse a probar la famosa linea de buses de Chinatown, que creada por los chinos de la costa este, te traslada de town a town por módicos precios: Philadelphia-New York, 20 dólares, roundtrip.
2. Perderse en el Chinatown de New York cual Scarlett Johansson (si, era Japón, pero Oriente al fin y al cabo) hasta encontrar, caminando por inercia, la tienda favorita de una –hableConstruction–con 80% de liquidación por trasalado, y de paso agraegar otra favorita a la lista: jackGomme
3. Probar un café exquisito en "La Habana" en Elizabeth St. con Prince St. al son de Buena Vista Social Club, mirando como NY se torna gris y repleto de nubes maliciosas.
4. Seguir caminando y entrar a Prada como quien fuera a comprarse la colección de carteras de una sola vez.
5. Llegar hasta Camper, probárselo todo y, ejem, salir con un par de zapatos.
6. Encontar después de dar vueltas entretenidas ese café-panadería que una se acordaba estaba en algún lado del Soho, dárselas de flaca y disfrutar un yogurth con granola y frutas i-n-s-u-p-e-r-a-b-l-e.
7. Subir hasta midtown (en metro, eso si) y dejarse caer por dos horas reloj en la nueva tienda de Container Store para comprarse puras idioteces que a uno la hacen feliz. Como si la vida se organizara con la pura inversión.
8. Dárselas de intelectual/artista e ir a ver la exhibición de Donald Judd de piezas a subastar por Christie's en un mes. Aún más cool: recorrer la muestra en el piso 20 del edificio en el Rockefeller Center escuchando el tour ipod y pretendiendo ver si uno gastaría o no los al menos 400.000 dólares iniciales por pieza.
9. Rematar en el Moma aprovechando el acceso vip por ser miembro (que incluye evitarse también la fila para dejar abrigos...), el acceso a los baños limpios para darse una manito de gato, y el exquisito café que nunca defrauda con su tarta de pera. Luego que las patitas han reposado, recorrer la maravillosa exposición de Edward Munch y luego la de arquitectura española contemporánea, y gozar criticándola entera con el amigo intelectual de uno, desde los paneles hasta los proyectos. Sublime.
10. Finalmente, encaminarse al Greenwich Village para gozar de una estupenda conversación, comida, y caminata hasta el bus de vuelta para volverse pensando que la vida en NY es demasiado maravillosa.

3 comments:

aleurzua said...

me muero de enviiiiiiiiiiiiiidiaaaaaaaaaa!!!

Cecilia said...

Bueno, considerando que la Ale también muere de envidia puedo estar tranquila. Si Romy muere producto de envidias al menos habrá dudas de quién fue.... Con tanto glamour neoyorquino San Francisco (que igual queda a $30 entre bencina y parking) se ve como alpargata!!!!! No vale!!

aleurzua said...

cierto? y agradece, cecilia, que san francisco BIEN VALE los $30! porque saniaguito de chilito... mmm....