Del Toro, Maribel y Sergi

Ir al cine ayer fue lo mejor que me ha pasado en demasiado tiempo. Hace mucho, mucho que no me quedaba pegada en el asiento viendo los créditos finales porque era incapaz de pararme y digerir todo lo que había visto en las últimas dos horas.
Todos saben que este ha sido un año redondito para directores de habla hispana; pero después de haber visto la poca originalidad de González Iñarritu ("Babel"), el pastiche colorinche y pechugón de Almodóvar ("Volver"), y la visión moralista-futurista de Cuarón ("Children of Men," mejor que las dos anteriores eso sí), me quedo con la angustia, melancolía y ensueño del que le dicen 'el gordo,' Guillermo del Toro.
“El laberinto del fauno” se ambienta en el año 1944 en la España dividida entre Franco y la guerrilla, y cuenta el viaje de Ofelia, una niña de 13 años que junto a su madre se traslada hasta un pequeño pueblo en el que se encuentra su nuevo marido, Vidal, capitán del ejército franquista. Simple, pero si le suman las realidades paralelas de Ofelia (un mundo mágico de hadas y uno gris y autoritario del campo de batalla), el cariño de su nana Mercedes (Maribel Verdú), la crueldad del padrasto (Sergi Lopez), y los personajes imaginarios de Del Toro, la película se convierte en algo inolvidable. Terrible a momentos, pero optimista la otra mitad del tiempo. Imperdible. Que Pé ni Pedro: hay que puro ver a Sergi, Maribel y al gordo.